Los metales preciosos han ocupado un lugar preferencial en la historia de la economía desde tiempos inmemoriales, especialmente en tiempos de incertidumbre económica. Y esto es gracias al valor refugio del oro, que le permite brillar cuando la economía está convulsa y no solo poder mantener su cotización, sino incluso incrementarla.
No es de extrañar que, de un tiempo a esta parte, sea una pieza clave en las carteras de muchos ciudadanos que confían en él como salvaguarda de su patrimonio y para calmar las tormentas del mundo financiero. Su resiliencia y su cobertura ante la inflación lo prueban como una herramienta imprescindible para las familias de todo tipo de poder adquisitivo.
Por eso el metal dorado ha recibido reconocimiento internacional de forma casi constante. Al contrario que las monedas fiat (las de curso legal de cada país), este no puede imprimirse de forma indefinida —¡hay que recordar que es finito y su extracción es cada vez más compleja!— ni su uso está delimitado por fronteras. Además, es un recurso muy versátil, utilizado también en la industria tecnológica y la joyera, lo que le asegura una demanda perpetua que solidifica su valor.
A pesar de que el oro como tal ha sido siempre un almacén de valor, como atestigua que se utiliza como material para fabricar monedas, podemos trazar un análisis de su comportamiento durante el último siglo para llegar a dicha conclusión:
- Durante la crisis de petróleo de los 70, en el que la OPEC impuso un embargo internacional que causó una crisis económica internacional, el precio del metal se cuadriplicó, pasando de los 35$ la onza a los 200.
- En la crisis de los rehenes de finales de los 70, cuando se temía otra guerra mundial, las tensiones geopolíticas se tradujeron en un aumento de los precios del metal, que llegó a los 850$ la onza.
- Tras la publicación del caso de Lehman Brothers que dio comienzo a la crisis financiera de 2008, que provocó una enorme ruptura en el mercado, el oro tuvo un crecimiento meteórico y alcanzó los 1.900$ la onza. Esta buena senda se prolongó incluso durante la crisis de la deuda de la Eurozona de 2012.
- En la crisis de la pandemia del Covid-19, que provocó el colapso del mercado y un cambio sustancial en su funcionamiento, el oro llegó a valer 2.000$ la onza, precio que actualmente está superando
¿Por qué el oro actúa como valor refugio?
Como hemos visto anteriormente, el metal ha tendido a escalar cuando surgen problemas de orden financiero, geopolítico o económico. Es necesario aclarar que su cotización también está influida por las tasas de interés, la inflación y el sentimiento de riesgo en el mercado. De ahí que, aunque este análisis sirva como una vista general de su comportamiento, no asegura ningún tipo de plusvalías ni ganancias.
Eso sí, hay varias características del oro que no lo convierten en un activo esencial:
Estabilidad económica
El mundo financiero es impredecible. El mercado fluctúa y las crisis económicas llegan casi sin ningún aviso… pero el oro ha sido, desde siempre, un símbolo de estabilidad y seguridad. Es un retenedor de valor tal y como se ha analizado anteriormente. Los inversores siempre han confiado en él en momentos de incertidumbre.
Protección contra la inflación
En el siempre cambiante mundo de las finanzas, las épocas inflacionistas pueden reducir el valor del dinero y, por ende, erosionar el poder de compra del ciudadano. El oro es un refugio contra él, ya que preserva el valor real cuando otros activos baja. Esto se debe a que, al contrario que otras monedas fiat, cuyo valor disminuye cuando los bancos centrales imprimen más dinero, el oro se mantiene resiliente. Así, gracias a él, los inversores han refugiado sus ahorros y pertenencias para reducir el impacto de la inflación.
Beneficios de la diversificación
El oro es un metal precioso de inversión que brilla especialmente cuando se usa como herramienta para diversificar las carteras de inversores. Gracias a tener baja correlación con otros activos, como bonos, acciones o divisas. Cuando el valor de estos fluctúa, el oro generalmente se mueve en dirección opuesta, un efecto balance que reduce el golpe de tu portfolio.
Símbolo de resiliencia y fuerza
El metal dorado se ha ganado convertirse en sinónimo de resistencia. A través del análisis histórico se ha demostrado cómo en momentos de escalada geopolítica o turbulencias económicas los inversores han buscado su valor refugio por su capacidad para trabajar como un escudo para los ahorros y el poder adquisitivo.
Liquidez y demanda global
El hecho de ser un recurso utilizado en diversos sectores le da una versatilidad y una liquidez que se traduce asimismo en una demanda enorme. Muchas compañías del sector, entre las que nos incluimos, nos ofrecemos a comprar de vuelta los metales que vendemos si nuestros clientes no encuentran ningún comprador.
En definitiva, aunque siempre ha vivido con el estigma de que es algo exclusivamente de rentas altas, el oro y el resto de metales preciosos son una piedra indispensable para construir un Patrimonio Inteligente, combatir la incertidumbre y reforzar tus ahorros. No dudes en ponerte en contacto con nosotros para conocer nuestros diferentes planes de compra y cuál es el que mejor se adapta a tu presupuesto y objetivos.