Históricamente se ha asociado a las rentas más elevadas, pero los metales preciosos llevan varias décadas sirviendo como depósito de valor y herramienta de ahorro a familias de toda clase. Su popularidad viene principalmente al ser utilizados en joyería —no todo el oro o la plata son de inversión, ojo— y otros productos tecnológicos, pero su potencial va más allá: tienen valor per se y su cotización no depende de bancos centrales ni gobiernos, lo que lo hace muy independiente.
Los metales preciosos de inversión tienen cada vez más encaje para diversificar las carteras de todo inversor que se precie. Está comprobado que es un escudo perfecto contra la inflación, ya que su valor se preserva, e incluso puede crecer, en momentos económicos convulsos, característica conocida como valor refugio, de ahí que se utilice para proteger el patrimonio familiar y estabilizarlo en tiempos volátiles.
Hay varias formas de adquirir dichos metales: comprarlos físicamente, adquirir acciones en refinerías, derivados de metales o ETF’s. En nuestra opinión, la que verdaderamente refleja las bondades de los metales preciosos es la primera, de ahí que en SilverGold Patrimonio solo trabajemos con monedas y lingotes certificados por organismos independientes y fabricados en las mejores refinerías del mundo. Puede contratar uno de nuestros variados servicios de compra, que se adaptan a tus necesidades y presupuesto, o realizar compras directas a través de la página Invermoneda.com, donde encontrarás un catálogo extenso de las casas de la moneda más prestigiosas del mundo.
En este artículo encontrarás las claves principales que explican por qué los metales preciosos de inversión son tan codiciados.
¿Por qué comprar metales preciosos de inversión?
Valor intrínseco
Los metales preciosos tienen un valor inherente y su cotización no viene determinada por los bancos centrales o gobiernos, sino por su rareza, durabilidad y demanda en diversas industrias. Este valor subyacente proporciona una base sólida para cualquier cartera de inversión.
Liquidez
Los metales preciosos suelen ser altamente líquidos, lo que significa que pueden ser fácilmente comprados o vendidos en el mercado. Si decide adquirir uno de los Servicios de Compra de SilverGold Patrimonio ha de saber que, en caso de querer venderlos y no encontrar comprados, nosotros le ofrecemos comprar de vuelta los mismos metales que ha obtenido a través de nosotros.
Reserva de valor
Históricamente, los metales preciosos han sido utilizados como reserva de valor durante períodos de inestabilidad económica o inflación. Su valor refugio hace que pueda preservar el valor o incluso subirlo en momentos convulsos, lo que hace que sean atractivos para proteger el poder adquisitivo de una cartera de inversión.
Diversificación
Los metales preciosos ofrecen una forma de diversificar su patrimonio, ya que su valor tiende a comportarse de manera diferente a otros activos, como acciones o bonos. Esto puede ayudar a reducir el riesgo general.
Inflación
Los metales preciosos tienden a mantener su valor en períodos de alta inflación, lo que los convierte en una cobertura eficaz contra la devaluación de la moneda y la pérdida de poder adquisitivo.
Demandas industriales
Además de como metales de inversión, algunos metales tienen aplicaciones en otro tipo de industrias. Por ejemplo, el platino y el paladio son ampliamente utilizados en la fabricación de catalizadores para vehículos, lo que garantiza una demanda constante, impulsando así la demanda y reduciendo la oferta. Ocurre de igual forma con la plata y el oro, también muy demandados en la industria joyera mundial.
Portabilidad y almacenamiento
Los metales preciosos son relativamente compactos en comparación con otros activos, lo que facilita su almacenamiento y transporte. Además, es algo tangible, que la persona puede tener a mano y disponer de él como quiera, un plus importante.